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Juan 13:14-17  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Jesús, ejemplo supremo de humildad

12 Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose[d] a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón[e], porque lo soy.14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. 17 Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis.18 No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; pero espara que se cumpla la Escritura: “El que come mi pan ha levantado contra mi su calcañar.” 19 Os lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creáis que yo soy[f]. 20 En verdad, en verdad os digo: el que recibe al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

DevocionalesCristianos.org – El problema de solo oír – Santiago 1:19-25

 


Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes, Devocionales, Devocionales Biblicos 8 Comentarios


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El problema de solo oír

Santiago 1:19-25

¡Es bueno estar en la iglesia! Busquemos algunas razones para estar aquí: Hemos venido porque oímos cosas buenas, también porque aquí estamos rodeados de buena gente y, porque en este lugar sentimos una buena onda.

Un problema de la iglesia hoy, es que de tanto venir, ha llegado a saber muchas cosas de Dios… pero a vivirlas muy poco. Por esta razón Santiago nos advierte que el problema esta en quedarnos solo en oír la Palabra.

1. Oír es una virtud (Rom 10:17). Cuando dispones tus oídos sucede un milagro: El Espíritu Santo “implanta” su palabra en tu vida, la palabraemjuton significa literalmente “venir y plantar una semilla en campo extraño”. Cuando tu oyes, Dios pone su semilla en tu interior (Col 3:9-10, 16-17) y tienes un nuevo criterio para ver la vida.

2. Al principio de la vida cristiana oír es una virtud necesaria, porque viene a sustituir defectos como la ira o el hablar mucho. Si antes eras charlatán o arrebatado, ahora te has vuelto reflexivo y tranquilo ¡has progresado!

3. Pero cuando oír se convierte en sinónimo de pasividad, entonces se vuelve defecto. Un cristiano vivo oye y hace, usa los dos verbos como si fueran sus dos piernas para avanzar.

4. Debemos ser oidores y hacedores, lo primero requisito de lo segundo, lo segundo consecuencia de lo primero. Es una ley, quien no la cumpla es como la semilla plantada entre pedregales (Mat. 13:5, 20-21). Su vida se volverá nada.

5. Hacer implica tres actitudes: Mirar atentamente (como Abraham, cuando Dios le dijo que mirase toda la tierra que recibiría como herencia Gen. 13:14), perseverar (como los primeros cristianos, que durante cada día se desafiaban a cumplir con lo enseñado por los apóstoles Hch. 2:42) y, obedecer (como Pedro y Juan, que no tuvieron temor del concilio, sino que obedecieron a Jesús a pesar de las dificultades Hch. 5:29).

El Señor desea un ejercito de soldados obedientes, que cumplen con cada una de sus órdenes, que no discuten o aflojan, sino que perseveran en obedecer cada mandamiento. Dios ama a sus hijos obedientes y los llama bienaventurados, y les promete “que todo les saldrá bien” ¡obedece!

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


En todas las áreas.

 

 

Un lechero que tenía costumbre de aguar la leche, se convirtió al cristianismo y todos pudieron constatarlo, ya que no cambió sólo él, sino que también la leche que vendía experimentó cambios.

Una mujer que desde hacía mucho tiempo asistía a la misma iglesia se lo hizo notar un día y le preguntó si había adquirido mejores vacas o mejores pastos.

- No señora, contestó el hombre, tengo las mismas vacas y los mismos campos, la razón de la mejoría de la leche consiste en que, cuando hace algunas semanas me convertí, la leche también cambió.

Cuando Dios obra en nuestras vidas, no sólo lo hace a nivel espiritual, sino en todas las áreas. Si bien es cierto que su mayor regalo es la salvación que nos da, también transforma nuestra manera de vivir y de pensar; nosotros, como hijos suyos, debemos buscar obrar de acuerdo a sus preceptos y honrando su nombre.

“Procuren llevar una vida ejemplar entre sus vecinos no creyentes. Así, por más que ellos los acusen de actuar mal, verán que ustedes tienen una conducta honorable y le darán honra a Dios cuando él juzgue al mundo”. 1 Pedro 2:12 (NTV)

Hay gente que dice ser cristiana pero su vida es un desorden y sus acciones no corresponden a ninguna de sus palabras. Sin embargo, un verdadero cristiano se reconoce por su trato, por su forma de lidiar con la gente, por cómo enfrenta sus problemas, por su día a día.

El vivir correctamente permitirá que otras personas deseen también vivir aquello que experimentamos y los que intentan calumniarnos no tendrán ningún argumento para hacerlo.

“Elige una buena reputación sobre las muchas riquezas; ser tenido en gran estima es mejor que la plata o el oro” (Proverbios 22:1 NTV) Alcanzar una buena reputación sólo es posible si somos sabios en nuestra manera de vivir y si actuamos de acuerdo a la Palabra de Dios.

Es verdad que todos estamos en proceso de transformación pero mientras sucede, podemos reflejar con nuestros actos ese cambio de Dios está haciendo en nosotros, mostrando misericordia, honradez, compasión, verdad, rectitud y amor en todo lo que hacemos.

Revisa cómo ha sido tu vida hasta este momento, ¿Reflejas el amor de Dios? ¿La gente puede decir que eres un verdadero cristiano? Que la nueva vida que tienes en Dios se refleje en todas las áreas de tu vida.

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ