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Romanos 1:7  La Biblia de las Américas (LBLA)

Saludo

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol[a], apartado para el evangelio de Dios, que El ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, que nació de la descendencia[b] de David según la carne, y que fue declarado Hijo de Dios con[c] poder, conforme al Espíritu[d] de santidad, por[e] la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a su nombre;entre los cuales estáis también vosotros, llamados de Jesucristo; a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Vida Cristiana – Diez Mandamientos para una vida cristiana armoniosa.

Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Articulos Cristianos, Devocional Cristiano, Devocional Diario 5 Comentarios


Vida Cristiana – Diez Mandamientos para una vida cristiana
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Romanos 12.18. La experiencia nos ha enseñado que un espíritu tolerante y apacible es un elemento esencial para poder vivir pacíficamente con nuestros semejantes.

A continuación transcribimos un decálogo que encontramos en una oficina de correos de San José, Costa Rica. Las ideas vertidas allí nos ayudarán a mantener buenas relaciones con las personas que encontremos en el camino de la
vida.

1) Controle su lengua.
Siempre diga menos de lo que piensa.
Cultive un tono de voz bajo y agradable. El modo como dice algo es de tanta importancia como lo dice.

2) Sea cauteloso.
Especialmente al hacer promesas. Luego,cumpla su palabra; no importa lo que le cueste.

3) Bendiga a otros.
Nunca deje pasar la oportunidad para decir una palabra amable y alentadora a alguno, o acerca de alguien. Alabe el
trabajo bien hecho, no importa quien lo haya realizado. Si la crítica es necesaria, sea constructivo; no lo haga con rencor.

4) Interésese en los demás.
Averigüe sus anhelos, su bienestar personal, sus hogares y familias. Gócese con los que se gozan; con aquellos que lloran procure aliviar su dolor, o al menos acompañarlos. Hágale sentir a la otra persona cuánto vale.

5) Sea positivo.
Procure evitar un espíritu negativo.
Busque la posibilidad para avanzar y ayudar a otro a hacerlo.

6) Conserve una mente abierta.
Cuando tengo que debatir con otra persona, discuta sin airarse. Una buena señal de las mentes superiores es la de poder estar en desacuerdo con otros, pero a la vez ser amigable.

7) Permita que sus virtudes hablen por sí mismas.
Rehúse hablar de los males ajenos. Evite los chismes. Tenga por regla personal no hablar de otra persona a menos que sea algo bueno o estrictamente necesario.

8) Tenga cuidado con los sentimientos ajenos.
Los chistes y burlas acerca de otros no valen la pena. En muchas ocasiones pueden herir a las personas que menos nos imaginamos.

9) Sepa en qué basar su autoestima.
Nunca preste atención a los comentarios hirientes o críticas dirigidas a usted. Viva de tal modo que la gente no crea lo malo que alguien dice de usted. No dejemos que nuestro espíritu se llene de amargura hacia los demás. Eso sólo producirá mala digestión y afectará nuestros nervios produciendo estrés.

10) No esté ansioso por recibir recompensas.
Cumpla con su trabajo, sea paciente y mantenga siempre una disposición dulce y agradable.
Olvídese de sí mismo y usted será recompensado, en algún tiempo, en alguna forma, en algún lugar.
¿Recuerda las bendiciones del pasado –cuando alguien fue especialmente amable y de gran ayuda para usted? Rememore sus bendiciones… y se sorprenderá de cuánto ha hecho el Señor por usted.

Anonímo

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Cambio radical.

Saulo de Tarso, quien más adelante sería conocido como Pablo, se encontraba de camino a Damasco, consigo tenía cartas de que le permitían llevar presos a Jerusalén a quienes habían decidido seguir el camino que Cristo había trazado.

Imagino que no esperaba tener un encuentro con Jesucristo y mucho menos de la forma en que sucedió; cayendo de bruces al suelo, fue interrogado por sus actos, aun así, temblando preguntó: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6).

De esta forma se dio cuenta que iba en la dirección equivocada, necesitó atravesar esta fuerte experiencia para comprender que, si bien su intención era honrar a Dios, había elegido la forma incorrecta.

A muchos de nosotros nos sucede lo mismo, en nuestro afán de querer servir a Dios, sentimos la urgencia de hacerlo cuanto antes, sin considerar que primero debemos ser moldeados por el Señor y experimentar ese cambio que sólo Él puede realizar en nosotros.

Necesitamos que nuestra mente sea renovada, para dejar de ver las cosas de la forma limitada que nos caracteriza; por otro lado, nuestra actitud también debe atravesar un proceso de transformación, todo esto sólo puede darse cuando entregamos el control de nuestras vidas a Dios y rendimos nuestra voluntad ante la Suya.

Así como sucedió con Pablo, él no tuvo que relatar el cambio operado en su vida, sus acciones lo demostraban.

“Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.” Hechos 9:27 (RVR1960).

Si hasta el momento tu vida no ha experimentado ningún cambio, entonces algo anda mal, es tiempo de que analices qué está pasando y que busques ser lleno del Espíritu Santo.

“Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.” 1 Samuel 10:6 (RVR1960).

Cesia Serna
CVCLAVOZ