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UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 1 Corintios 11:19 La Biblia de las Américas

 

La Cena del Señor

 

 

 

17 Pero al daros estas instrucciones, no os alabo, porque no os congregáis para lo bueno[f], sino para lo malo[g]. 18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia[h] hay divisiones[i] entre vosotros; y en parte lo creo. 19 Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados. 20 Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor, 21 porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga. 22 ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que nada tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré. 23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado[j]: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es[k] para vosotros; haced esto en memoria de mí. 25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. 26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga. 27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, examínese cada uno[l] a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. 30 Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen[m]. 31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así que, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Los demás asuntos los arreglaré cuando vaya.

 

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

 

 

Antes de terminar la oración

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

 

 

 

¿Sabías que antes de terminar la oración el Señor ya conoce tu petición? Muchos han compartido historias impresionantes en las que recibieron respuesta de lo alto, incluso a medio orar, ¿te ha pasado?

 

Antes de terminar vio el milagro

Todavía no terminaba yo de hacer esta oración, cuando vi que Rebeca venía con su cántaro al hombro. Bajó al pozo a sacar agua, y le dije: “Deme usted agua, por favor.” Ella bajó en seguida su cántaro, y me dijo: “Beba usted, y también les daré de beber a sus camellos.” Y ella me dio agua, y también a mis camellos.

 

Genesis 24:45-46 (DHH).

El siervo de Abraham había viajado lejos para buscar esposa para su hijo Isaac, la cual debía ser de la parentela de su amo. Al llegar a un pozo, este hombre tuvo miedo a equivocarse por lo que oró pidiendo que Dios tome el control.

 

Así mismo, pidió al Señor que le diera una señal, esta fue que la mujer indicada le daría de beber agua a él y sus camellos. Antes de terminar la oración apareció Rebeca, quién mostró ser hospitalaria y esforzada. Recordemos que un camello puede retener hasta cien litros de agua, y él tenía diez, lo cual fue mucho trabajo para ella.

 

Él sabe

El Señor te conoce y sabe lo que quieres pedirle aún antes de terminar la oración. Pero, para que el siervo reciba respuesta, sucedieron dos cosas esenciales: primero, él confió en Dios y segundo, estaba siendo obediente, es decir se encontraba en el camino correcto.

 

Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.

 

Génesis 32:1 (RVR 1960).

Lo mismo sucedió después con Jacob, quién volvió al lugar de sus padres por mandato de Dios; en ese camino tuvo un encuentro con ángeles y fue bendecido.

 

Si necesitas una respuesta de Dios «antes de terminar de orar», te animo a reflexionar si estás siendo obediente a su Palabra y siguiendo su camino. Por último, decide confiar en Él; no olvides su oído está atento a sus hijos.

 

 

Shirley Chambi

 

CVCLAVOZ