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Nehemías 13:18 La Biblia de las Américas

Reformas de Nehemías

 

15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban los lagares en el día de reposo, y traían haces de trigo y los cargaban en asnos, y también vino, uvas, higos y toda clase de carga, y los traían a Jerusalén en el día de reposo. Y les amonesté por el día en que vendían los víveres. 16 También habitaban allí[k], en Jerusalén, tirios, que importaban pescado y toda clase de mercancías, y los vendían a los hijos de Judá en el día de reposo. 17 Entonces reprendí a[l] los nobles de Judá, y les dije: ¿Qué acción tan mala es esta que cometéis profanando el día de reposo? 18 ¿No hicieron lo mismo vuestros padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Vosotros, pues, aumentáis su furor contra Israel al profanar el día de reposo.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¿Te cuesta idolatrar a Dios?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

La esencia de la idolatría ha sido para muchos, algo transaccional. Damos admiración, adoración y tenemos la ilusión de recibir algo a cambio por eso. Pero cómo nos cuesta idolatrar a Dios. Tenemos la falsa creencia de que necesitamos adorar cualquier otra cosa que nos traiga aprobación de otros o que nos haga elegibles a formar parte de su grupo.

El hecho es que tenemos afectos que dar y nos llegan a hacer sentir que los podemos usar como transacciones. Cuando damos de ese afecto esperamos que nos retornen afecto. Sin embargo, generalmente no recibimos lo esperado, lo prometido. Tantas personas desilusionadas cuando ven que su ídolo de los deportes o del cine, han caído en una acción aborrecible. Que su amigo le ha mentido y lo ha usado. Que esa persona que idolatraba llevaba una segunda vida escondida.

Aún así, es increíble ver la facilidad con la que las personas siguen siendo capaces de creer en cualquier imagen de moda. Las tendencias y cómo las siguen nos deja ver lo prestos que estamos a adorar. Pero cómo nos cuesta convencer a esas personas de adorar a Dios. Mencionamos a Jesús y es como que los ofendemos; pero se les facilita creer incluso en cualquier dato “interesante” y “novedoso” que crearon a veces de la nada.

En lugar de perseguir esos falsos ídolos, esas novedosas modas, podemos recordar que hay solo Uno que es digno de confianza total, que no cambia y que está en control. En lugar de seguir tratando de estar en control, de nuestras vidas, de nuestro entorno y nuestro destino, dejemos que Dios lo haga. Confiemos en Dios. Él siempre está ahí cuando lo necesitamos. Hagamos de Dios nuestro ídolo. Que no nos cueste idolatrar a Dios.

¿Acaso no te has animado a levantarte, aplaudir y gritar celebrando la victoria de un equipo de deporte? Puede que lo hayas hecho en la presentación de una obra teatral o en la de un grupo musical en concierto. Pero, ¿te cuesta levantar las manos en una canción de adoración en la iglesia o en un estudio Bíblico? Piénsalo bien. Idolatra también a Dios, el Único realmente digno de nuestra adoración.

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

Mateo 22:37

Elluz Peraza

CVCLAVOZ



 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¿Eres de los que se preocupa demasiado?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

¿Eres de los que se preocupa demasiado? Quizás eres de aquellas personas que no saben cómo lidiar con sus preocupaciones; o tal vez eres de los que no permite que las preocupaciones afecten demasiado su vida.

Hace muchos años, un profesor de la Universidad de John Hopkins dijo: “No sabemos por qué es, pero el que se preocupa muere más pronto que el que hace a un lado sus preocupaciones”.

Todos tenemos problemas, sin duda alguna, pero existen personas que permiten que las dificultades les quiten el sueño, la paz, les causen problemas familiares o con amistades e incluso afecten su salud.

No es que no importe

Confiar en Dios no significa que los problemas no importen o que vayamos a dejar que se arreglen como sea sin hacer nada al respecto.

Poner nuestra confianza en Dios es saber que, pese a cualquier circunstancia Él está en control y sus planes para nuestras vidas no cambian, siguen siendo de bien. Sin importar cuál es el problema, Dios tiene una solución, una respuesta.

Si eres de los que se preocupa demasiado, al punto de no poder hacer nada más que pensar en el problema, recuerda esta promesa:

Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.

Jeremías 17:7,8 (NTV)

¿Eres de los que se preocupa demasiado?

Si no puedes lidiar con los problemas, busca a Dios, entrégale tus preocupaciones; pídele sabiduría y fortaleza para enfrentar las dificultades y nunca olvides que sin importar las circunstancias, Dios está en control.

Ana María Frege Issa

CVCLAVOZ