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Mateo 7:23 La Biblia de las Américas

 

Cómo conocer a los falsos profetas

15 Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros[i]?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mílos que practicáis la iniquidad».

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

Ninguno se crea mejor de lo que realmente es

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

¿Eres realista cuando se trata de evaluarte a ti mismo? El apóstol Pablo, en la carta a los Romanos, recomienda que no nos creamos mejores de lo que realmente somos.

Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.

Romanos 12:3 (NTV)

En casa eres más grande

Se cuenta la historia de un hombre que acababa de ser elegido miembro del parlamento británico; en consecuencia, había llevado a su familia a Londres y les estaba enseñando la ciudad.

Cuando entraron en la abadía de Westminster, su hija de 8 años se quedó maravillada ante el tamaño y hermosura de aquel magnífico edificio. Su orgulloso padre, curioso ante lo que la niñita, con su carita seria, podía estar pensando, le dijo:

¿En qué piensas, hijita?

Papá – contestó la niña- estaba pensando en lo grande que eres cuando estás en nuestra casa, pero en lo pequeño que pareces aquí.

Sin darse cuenta, la pequeña niña había dicho una gran verdad. La soberbia puede entrar en nuestras vidas sin que nos demos cuenta, por eso es bueno que de vez en cuando se nos recuerde que no debemos tener un concepto más elevado que el estrictamente correcto.

Sean realistas al evaluarse

A veces, sin darnos cuenta, podemos dejar que el orgullo nos haga creer que somos mejores que otros y cuando somos realistas, cuando salimos de nuestro círculo más cercano, sea familia, amigos o compañeros de trabajo, nos damos cuenta que no somos tan grandes como alguna vez pensamos.

Al estar cegados por el orgullo, no nos damos cuenta de muchas cosas y tenemos una percepción equivocada de quiénes realmente somos; olvidamos que los orgullosos terminan siendo humillados.

El orgullo termina en humillación, mientras que la humildad trae honra.

Proverbios 29:23 (NTV)

Ninguno se crea mejor de lo que realmente es

El tener una visión clara de quiénes somos y a quién le debemos nuestros logros solamente se consigue cuando buscamos constantemente a Dios y le pedimos que quite todo orgullo de nosotros.

Solo cuando reconocemos que todo lo que tenemos y somos se lo debemos a Dios, podemos alejarnos del orgullo.

Evalúa tu vida hoy y pídele a Dios que quite todo orgullo que ciega tu vida.

Ana María Frege Issa

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Renuevo » En Lugares de Delicados Pastos » Hoy… Dios Proveerá Lo Que Mi Vida Necesita

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mateo 6:30.

Los vestidos son costosos y los creyentes poco afortunados tal vez vivan inquietos preocupándose cómo adquirirán un nuevo vestido. Las suelas de sus zapatos están ya gastadas, ¿cómo comprar unos nuevos? Mirad con cuánta solicitud ha provisto a esta necesidad.

El Padre celestial viste la hierba del campo con tal esplendor que ni el mismo Salomón pudo igualar, ¿y no vestirá a sus propios hijos? No lo dudemos. Tal vez llevamos muchos remiendos y zurcidos, pero iremos vestidos.

Un ministro del Señor, que era muy pobre, llevaba su ropa tan raída que se le caía a pedazos; pero como fiel siervo de Dios, esperaba que su Maestro le proveería vestidos. Cuando el que escribe estas líneas fue a visitar a un amigo suyo, le invitó a predicar a este buen siervo y se le ocurrió hacer una colecta para ayudarle; de este modo pudo obtener un traje.

¡Cuántos casos como éste se han repetido en los siervos de Dios, en los cuales se ha visto cómo el Maestro se ha preocupado de proporcionarles vestidos! El que proporcionó al primer hombre ropa después de su caída, también se la procurará en su misericordia; y la que el Señor dio a los primeros padres fue mucho mejor que la que ellos se hicieron para sí mismos.

Hoy no viviré sumido en preocupación por lo que me hace falta porque se que Mi Señor es Mi Pastor y Nada me Faltará.

Señor, Gracias por ser mi proveer y por tomar en cuenta mis necesidades básicas. Hoy descanso en tu altar creyendo que no me faltará. Amén.

Charles Spurgeon.

Libro De Cheques del Banco De La Fe.