http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

https://montesioncolombia.org/

 

 

Juan 16:27  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

La obra del Espíritu Santo

Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador[d] no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando El venga, convencerá[e] al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en mí; 10 de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más; 11 y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. 12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. 13 Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. 14 El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que El toma de lo mío y os lo hará saber. 16 Un poco más, y ya no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis. 17 Entonces algunos de sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: “Un poco más, y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis” y “Porque yo voy al Padre”? 18 Por eso decían: ¿Qué es esto que dice: “Un poco”? No sabemos de qué habla. 19 Jesús sabía que querían preguntarle, y les dijo: ¿Estáis discutiendo entre vosotros sobre esto, porque dije: “Un poco más, y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis”? 20 En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se alegrará; estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. 21 Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño[f] haya nacido en el mundo. 22 Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo. 23 En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre. 24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.

25 Estas cosas os he hablado en lenguaje figurado[g]; viene el tiempo[h] cuando no os hablaré más en lenguaje figurado[i], sino que os hablaré del Padre claramente. 26 En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, 27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre. 28 Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre. 29 Sus discípulos le dijeron*: He aquí que ahora hablas claramente y no usas lenguaje figurado[j]. 30 Ahora entendemos que tú sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que tú viniste de Dios. 31 Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? 32 Mirad, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado[k], y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad[l], yo he vencido al mundo.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿ESTAS ORANDO POR TU NACIÓN?

 

 

“Recomiendo que se ore por los gobernantes y por todas las autoridades, para que podamos vivir en paz y tranquilos, obedeciendo a Dios y llevándonos bien con los demás.” 1 Timoteo 2:2(TLA)

¿A cuántos nos gustaría vivir en una nación que sea bendecida y prosperada por Dios? Seguro que a muchos, pero la pregunta es: ¿Qué estamos haciendo para que eso suceda? Nuestra responsabilidad como hijos de Dios es clamar por nuestro país, por nuestros gobernantes y autoridades, dejemos de tener una actitud pasiva frente a los sucesos y comencemos a actuar. Si has visto que la situación económica y política de tu país ha ido empeorando, es momento de doblar rodillas para que las cosas mejoren y muchos puedan conocer del amor de Dios.


Ruth Mamani
CVCLAVOZ

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¿Cuál es tu etiqueta?

 

 

 

“y, cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez.” Hechos 11:26 (NVI)

Cuando oyes el término Cristiano, ¿en qué piensas? ¿Qué es lo primero que te llega a la mente? Muchos menosprecian ese nombre, y hasta llegan a avergonzarse, pero… ¿Sabías que esa es la etiqueta más grande que podemos recibir?

Al momento de hacer una compra, por lo general, las personas están dispuestas a pagar más por productos que simbolizan sus intereses personales, ante ello y al momento de elegirlo, muchos revisan la etiqueta del mismo, la cual le dará el valor a lo que se quiere adquirir.

Quizá hace poco, al caminar cerca de las tiendas de tu ciudad hayas puesto tu atención en aquellos bellos zapatos que hace mucho quisiste comprarlos, pero por el elevado costo que estos tenían no lograste adquirirlos, más ahora que están en oferta deseas obtenerlos porque al revisar la etiqueta te has convencido del maravilloso producto que tienes en las manos, y que te lo perderías sino lo compras. ¿Te ha pasado alguna vez?

De la misma forma, cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, somos limpiados y sellados por su sangre preciosa, lo cual nos distingue de los demás, pues somos ovejitas compradas a precio de sangre, por lo tanto la etiqueta que nos es dada habla tanto de nuestro rebaño (Iglesia) como de nuestro pastor.

El mundo nos ha puesto una etiqueta negativa a todos los cristianos, pero… ¿Sabías que nosotros somos los responsables de promover tanto lo bueno como lo malo? Ahora te pregunto: ¿A través de tus actos, le estás dando el valor que merece el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del calvario?

No olvides que somos llamados: “hijos de Dios” y tenemos la etiqueta puesta en nosotros que dice: “Made in Cristo”. Así que, te animo a vivir lo que tu etiqueta dice que eres.

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.” 1 Juan 3 (NVI)

Si al frecuentar con amigos que no conocen a Jesús como su Señor y Salvador, te has sentido cómodo, haciendo lo que acostumbran hacer, en lugar de ser luz para ellos; entonces… ¿Qué te diferencia?

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Efesios 4:30 (RVR1960)

Ruth Mamani
CVCLAVOZ