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2 Juan:7 La Biblia de las Américas
Exhortaciones
4 Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad, tal como hemos recibido mandamiento del Padre. 5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. 6 Y este es el amor[b]: que andemos conforme a sus mandamientos. Este es el mandamiento tal como lo habéis oído desde el principio, para que andéis en él. 7 Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido[c] en carne. Ese es el engañador y el anticristo. 8 Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos[d] logrado, sino que recibáis abundante recompensa. 9 Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza[e] de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza[f] tiene tanto al Padre como al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza[g], no lo recibáis en casa, ni lo saludéis, 11 pues el que lo saluda participa en sus malas obras.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿En dónde y sobre quién está tu confianza?
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Saber en quién ponemos nuestra confianza, nos llevará a determinar dónde está puesto nuestro corazón.
¿En quién está puesta tu confianza?
Poner nuestra confianza sobre alguien determina el éxito o fracaso en lo que hacemos, porque la fuerza sobre quién ponemos nuestra confianza puede llevarnos a triunfar o fracasar. Mira lo que dice la Biblia:
Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos, que se apoyan en la fuerza humana y apartan el corazón del Señor.
Jeremías 17: 5 (NTV)
Jeremías dice que hay una maldición para aquellos que ponen su confianza en el hombre, asegura que tales personas son como los arbustos raquíticos del desierto a punto de morir por falta de agua. Esta es la imagen de aquellos que ponen su confianza en el hombre en lugar de Dios.
En cambio, aquellos que ponen su confianza en el Señor son benditos, así lo afirma el profeta Jeremías.
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Jeremías 17:7 (RVR 1960)
Las personas que confían en el Señor son como árboles plantados a orillas de un río, no les afecta el calor ni tienen miedo a las sequías. Sus hojas siempre están verdes y jamás dejan de dar fruto.
En el Salmo 1 el hombre bendito es el que se deleita en la Palabra de Dios. Por lo tanto, confiar en el Señor es deleitarse en su Palabra.
¿En quién vas a confiar a partir de hoy?
Dios no quiere que fracases ni seas como esos árboles raquíticos del desierto que están a punto de morir por falta de agua.
No confíes en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.
Salmos 146:3-4 (RVR1960)
Dios quiere bendecirte y ser Él en quién deposites toda tu confianza. No te fallará ni te abandonará en ningún momento porque Dios es fiel a su palabra.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te poyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Proverbios 3:5-6 (RVR1960)
Diego Jora
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Que nadie se entere... si quiero continuar quedando bien
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Imagina que tus pensamientos y sentimientos se convierten mágicamente en algo visible, de tal modo que todos los que te rodean podrían verlos; tu familia, compañeros de trabajo o de estudio, amigos, o cualquiera en la calle podría conocer lo que piensas y sientes en tu corazón, ¿sentirías vergüenza o felicidad de que ellos sepan de que hay dentro de ti?
¡Qué nadie se entere!
Si bien algunos no quieren que nadie se entere de sus pensamientos o sentimientos por privacidad, para otros sería realmente una tragedia por las intenciones e inclinaciones de su interior.
Por supuesto que este hecho nunca sucederá, pero la realidad es que Dios desea que seamos transparentes y que se entere el mundo cómo somos; así lo dice su Palabra “cartas conocidas y leídas por todos”.
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
2 Corintios 3:2-3 (RVR 1960)
Desde la antigüedad se escribían cartas de recomendación como reconocimiento de la fidelidad de un cristiano, pero, en este pasaje Pablo menciona que nosotros debemos ser esas cartas vivas; es decir, demostrar en acciones y con buen testimonio que somos hijos de Dios.
Nada puede esconderse de la mirada de Dios
Si bien ningún ser humano puede conocer nuestro interior, recuerda que nada escapa de la mirada de Dios. Él conoce tus pensamientos, sentimientos, las intenciones de tu corazón; esto debería ser suficiente motivo para conducirte con amor y obediencia ante el Señor Santo, Santo, Santo.
Te animo a examinar tu interior, reconoce los pensamientos y sentimientos desagradables ante Dios; recuerda que Él ya los conoce y está esperando que los confieses, pídele que lave tu mente y corazón, y, te ayude a cambiar.
¡No olvides que eres una carta abierta que debe ser leída por todos!
Shirley Chambi
CVCLAVOZ