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Salmos 6:3  La Biblia de las Américas (LBLA)

Oración pidiendo misericordia en la prueba

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda, sobre una lira de ocho cuerdas[a]. Salmo de David.

Señor, no me reprendas en tu ira,
ni me castigues en tu furor.
Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco[b];
sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen.
Mi alma también está muy angustiada;
y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo?

Vuélvete, Señor, rescata mi alma[c];
sálvame por tu misericordia.
Porque no hay en la muerte memoria de ti;
en el Seol[d], ¿quién te dará gracias?

Cansado estoy de mis gemidos;
todas las noches inundo de llanto mi lecho[e],
con mis lágrimas riego[f] mi cama.
Se consumen de sufrir mis ojos[g];
han envejecido[h] a causa de todos mis adversarios.

Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad,
porque el Señor ha oído la voz de mi llanto.
El Señor ha escuchado mi súplica;
el Señor recibe mi oración.
10 Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera;
se volverán[i], y de repente serán avergonzados.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

EL GANAR EMPIEZA CON EMPEZAR ALGO
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Dios 0


EL GANAR EMPIEZA CON EMPEZAR ALGO
TODO LO GRANDE COMIENZA CON ALGO PEQUEÑO.
Nada grande se crea de repente. Todo lo que hacemos debe hacerse poco a poco. Nunca Tome la decisión de no hacer nada solamente por que no puede hacer algo.

Las personas que creen que son demasiado grandes como para hacer cosas pequeñas, tal vez sean demasiado pequeñas para que les pidan que hagan cosas grandes. Las pequeñas oportunidades son a menudo el comienzo de grandes empresas.

Dentro de cada cosa pequeña yace una gran oportunidad. Las cosas pequeñas hacen una gran diferencia; por lo tanto, haga todo lo que se requiere para tener éxito en las cosas pequeñas.

Una de las oraciones más frecuentes que oro a Dios es: Señor, envíame pequeñas oportunidades a mi vida. Señor que se que si soy fiel en lo poco, se me abrirán oportunidades más grandes. Cuando somos fieles en esas pequeñas oportunidades, Dios nos dice:

Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra En el gozo de tu Señor. MATEO 25.21
“Usted nunca hará cosas grandes si no puede hacer las cosas pequeñas de manera grande”.
“Todas las cosas difíciles tienen principios fáciles, y las cosas grandes comienzan con algo pequeño”.
Una de las mayores diferencias entre las personas entusiastas y las que no lo son es que las entusiastas crecen aprovechando pequeñas oportunidades. Muchas veces lo imposible es lo que no se ha tratado de hacer. He aquí algo del mejor consejo que me han dado: ” Haz algo!!” El valor para comenzar es el mismo valor que lleva a tener éxito. Es el valor que por lo general separa a los soñadores de los que obtienen logros.

Ganar empieza con comenzar
El comienzo es la parte más importante de cualquier empresa. Peor que el que abandona es el que tiene miedo de comenzar. Noventa por ciento del éxito es presentarse y comenzar. Tal vez usted se desilusione si fracasa; pero está condenado al fracaso si no lo intenta.

No se deje engañar: saber solamente adonde quiere ir no puede ser nunca un sustituto de poner un pie delante del otro. Descubra la emoción paso a paso. Para ganar, debe comenzar.

El primer paso es el más difícil. Es por eso que tantos fracasan; porque no comienzan, no se ponen en movimiento. No vencen la inercia. No empiezan>>. No se desaliente. Los pequeños pasos se suman, y se suman con mucha rapidez.

Atrévase a comenzar. Ningún esfuerzo es peor que el que no se hace. Usted no sabe lo que puede hacer hasta que lo ha intentado. La gente, al igual que los árboles, o crecen o se marchitan. No existe la posibilidad de estar quieto. Haga lo que puede.

Siempre es su próximo paso el que lo mantendrá en movimiento.

John Mason

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¡Jesús ha resucitado!

“… ¿Por qué buscan entre los muertos a alguien que está vivo? ¡Él no está aquí! ¡Ha resucitado! Recuerden lo que les dijo en Galilea, que el Hijo del Hombre debía ser traicionado y entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y que resucitaría al tercer día.” Lucas 24: 5-7. (NTV)

Aproximadamente hace dos mil años atrás Jesús sufrió una muerte brutal, fue crucificado y sepultado por los pecados de toda la humanidad. Pero al tercer día, un domingo como hoy, ¡Resucitó!

La resurrección de Jesús nos da una gran esperanza porque gracias a ese sacrificio nuestros pecados han sido borrados y somos justificados delante de Dios. Hemos pasado de muerte a vida, de ser enemigos de Dios a ser hijos amados con una herencia eterna que nadie puede quitarnos.

El apóstol Pablo en Efesios 2:4-5 (NTV) dice: “Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)”

Todo esto lo ha hecho por su gran amor y misericordia hacia nosotros. Ahora, todos aquellos que creemos en Él y vivimos según sus instrucciones somos nuevas criaturas. Y tenemos una herencia que no tiene precio y que no puede cambiarse ni deteriorarse, porque incluso después de morir, volveremos a vivir. “Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto. 1 Tesalonicenses 4:13-14 (NTV)

Dios envió a su hijo al mundo, permitió que sufriera y muriera por amor a nosotros. Hoy Jesús vive y podemos encontrar en Él perdón y salvación. Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” Juan 11:25. “… al que a mí viene, no le echo fuera.” Juan 6:37.

“Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.” Romanos 8:34.

Si aún no recibiste a Jesús en tu vida, hoy es un día especial para hacerlo. Sólo tienes que reconocer que eres pecador y creer que Jesucristo murió por ti y pagó por tus pecados. (Hechos 16:31. Romanos 10:9).

Adoremos a nuestro Salvador esta mañana y todos los días de nuestra vida. Él vive y pronto volverá. Bendito sea nuestro Dios quien nos ama tanto y no quiere que ninguno de nosotros se pierda. Alabanza eterna sea al Rey de reyes y Señor de señores. Amén.

Diego Jora
CVCLAVOZ