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Proverbios 21:23 La Biblia de las Américas

 

21 El que sigue la justicia y la lealtad[i]
halla vida, justicia y honor.
22 El sabio escala la ciudad de los poderosos

y derriba la fortaleza en que confiaban[j].
23 El que guarda su boca y su lengua,
guarda su alma de angustias.
24 Altivo, arrogante y escarnecedor son los nombres
del que obra con orgullo insolente.
25 El deseo del perezoso lo mata,
porque sus manos rehúsan trabajar;

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

Servir no es una obligación, es un privilegio

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

¿Te gusta servir o ser servido? Cuando estamos invitados a un festejo, siempre “esperamos” recibir una buena atención o que la organización sea sorprendente; esto sucede porque ocupamos el rol de “invitado”.

Lo contrario sucedería si nosotros fuéramos los anfitriones, puesto que nos preocuparíamos de que las personas estén atendidas y cómodas en nuestra celebración, ¿alguna vez fuiste el organizador de un evento?

Con respecto a este tema, recuerdo que antes de casarme asistí al matrimonio de una de mis mejores amigas; quizá no recuerde muchos detalles del lugar, tampoco el vestido de la novia, pero algo que se quedó grabado en mi mente fue la excelente atención que recibimos por parte del personal del lugar.

A pesar de que la lista de invitados no era pequeña, ellos prestaron un servicio espectacular, logrando que las personas estén muy bien atendidas. Al finalizar el festejo, junto a mi novio dijimos: ¡queremos esos empleados en nuestra boda!

Al servir a otros le muestras quien es Dios con tus acciones

Mateo 20: 28 (DHH)Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud.

En este mundo el Señor nos llamó a servir y no a ser invitados, así como Él lo hizo, incluso dando su propia vida. En otras palabras, nosotros hemos sido llamados a ser los sirvientes del mismo Dios; Él no desea que esperemos recibir servicio de los demás, sino que podamos estar atentos a las necesidades de las personas que nos rodean para atenderlas.

¿Eres un siervo de Dios?

Ser siervos de Dios es servir a otros. Por tanto, te animo a mirar a tu alrededor y ponerte el mandil del servicio; comienza a preocuparte por las necesidades de las personas que te rodean, a preguntarles cómo se encuentran y si puedes apoyar de algún modo, porque un buen siervo no vela sus propios intereses, sino el interés de los demás.

Shirley Chambi

CVCLAVOZ

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Renuevo » Crecimiento Personal » La Liebre Y La Tortuga

La Liebre Y La Tortuga

Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó: “Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia”.Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.Llegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida.Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.Fábula de EsopoFuente:

Hoy les comparto la que probablemente sea una de las dos ó tres fábulas de Esopo más conocidas a nivel mundial. Y la razón por su popularidad reside precisamente en lo profundo y sin embargo sencillo de su mensaje: la perseverancia puede dejar atrás aún a la capacidad innata.Muchos son los que se derrotan a sí mismos aún antes de empezar la carrera tan sólo porque le dan mucha más importancia a la magnitud de los escollos y a las circunstancias adversas. Sí, tal vez aquellas puedan retrasar nuestro avance un poco, ¡pero nunca lo podrán detener si decidimos perseverar!Tal vez nos sintamos como la tortuga compitiendo contra las liebres de las circunstancias pero aferrémonos y confiemos en el Señor para que nos siga sosteniendo mientras insistimos… ¡la victoria está asegurada!

Adelante y que el Señor les bendiga.Raúl IrigoyenEl Pensamiento Del Capellán