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Marcos 5: 35 La Biblia de las Américas

 

Jesús resucita a la hija de Jairo

35 Mientras estaba todavía hablando, vinieron* de casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro? 36 Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo* al oficial de la sinagoga: No temas, cree solamente[o]. 37 Y no permitió que nadie fuera con Él sino solo Pedro, Jacobo[p] y Juan, el hermano de Jacobo[q]. 38 Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho. 39 Y entrando les dijo*: ¿Por qué hacéis alboroto y lloráis? La niña no ha muerto, sino que está dormida. 40 Y se burlaban de Él. Pero Él, echando fuera a todos, tomó* consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró* donde estaba la niña. 41 Y tomando a la niña por la mano, le dijo*: Talita cum (que traducido significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!). 42 Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía doce años. Y al momento se quedaron completamente atónitos. 43 Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña[r].

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¡Oh amargura mía, que me robas todas mis bendiciones!

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

¿Te has preguntado por qué algunas personas no disfrutan del perdón y de los favores de Dios? Pueden existir varias razones, pero en esta ocasión quisiera enfocarme en algo que ha atado, y continúa atando, muchas vidas dentro de las congregaciones cristianas: “la amargura”.

La amargura tiene el poder de destruirnos ¡Mira bien!

Hebreos 12:15 (RVR 1960)Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

El Señor hace una advertencia “cuídense”, “miren bien”; en otras palabras, nos pide que estemos atentos porque todos somos propensos a albergar un sentimiento dañino en contra de alguien en el corazón.

Este sentimiento del que habla es la “amargura”, que puede destruirnos emocional y espiritualmente. También se traduce en dolor, disgusto, frustración, resentimiento por no poder perdonar, olvidando que guardar estos sentimientos tiene terribles consecuencias.

Alejado de la gracia de Dios

En el pasaje que leímos anteriormente dice: “no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios”. Esta parte del versículo no se refiere a que podemos perder la salvación, sino a los beneficios de su gracia aquí en la tierra como su amor, paz, gozo, consuelo y otros.

En otras palabras, un cristiano que alberga amargura en su corazón, no podrá disfrutar de las bendiciones inmerecidas que Dios tiene para nosotros.

Un obstáculo para mi vida

La Biblia también menciona que cuando la amargura echa raíz en el corazón se convierte en un problema “que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe” ¿Qué es un estorbo? El diccionario de la “Real Academia Española” lo define como “poner dificultad u obstáculo a la ejecución de algo” En otras palabras, es una piedra de tropiezo que incomoda y molesta en nuestra carrera cristiana.

Muchos pueden ser afectados por mi culpa

Otra consecuencia es que no sólo afecta a uno mismo, sino también a los que le rodean: “y por ella muchos sean contaminados”.

Alguien que está amargado no es una bendición, al contrario, es una amenaza para los demás porque siempre dará lugar a su resentimiento; tiene un veneno por dentro y lo repartirá a los que lo escuchan.

Una persona amargada no sólo se conforma con no perdonar, sino que contamina a los demás con sus críticas y malos comentarios.

En esta oportunidad te invito a examinar tu corazón, reflexiona si tienes un sentimiento negativo en contra de alguien, si es así, no esperes que este crezca y eche raíces, no permitas que te robe lindas bendiciones, que sea un estorbo en tu camino y, además, que tú seas una piedra de tropiezo para otros.

Hoy pide perdón a Dios y perdona, toma la decisión de ser libre y bendecido.

Shirley Chambi

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Hoy… El Señor es Mi Multiplicador y Mi Disminuidor

“El Señor vuelve el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales” “ El convierte los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales. Salmo 107:33,35.

Hoy, necesito aceptar que el Señor es mi multiplicador, porque el promete volver el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales… pero que también él será mi disminuidor, porque el promete convertir los ríos en desierto y los manantiales de agua en sequedales.

Cuando oí por primera vez de su amor y sentí su amor tocando mi corazón el árido desierto comenzó a reverdecer y a tornarse pastos delicados y verdes. La gente notó el cambio y pudieron palpar la manifestación de Dios en mi vida. Pero, hoy, he comprendido que no sólo el Señor me multiplica y me convierte de Desierto en río, pero también el me disminuye cuando es necesario.

El Señor me disminuye cuando desvío mi camino de él y busco otros dioses, tales como la fama, las riquezas, el placer o quizá el orgullo. Yo puedo ser “placentero” como Nohemi, pero si yo me muevo de la tierra de Dios a Moab, el lugar de los ídolos, mi nombre rápidamente vendrá a ser Mara, esto es “amargura”. Hoy necesito recordar a muchos en la Biblia a quienes Dios disminuyó como un Herodes, Senaquerib, Nabucodonozor, Giezi, Faraón y Ananías y Safira.

Hoy, si estoy continuamente ante su presencia, el multiplicará lo poquito que tengo y convertirá desiertos en ríos, pero si salgo de su presencia y camino por los lugares que no son de su agrado y me vuelvo hacia mis propios caminos, el será mi disminuidor y tornarán mis ríos en sequedales. Y eso no es lo que quiero.

“Señor, No quiero nunca conocerte como y disminuidor, pero siempre como mi multiplicador. Tú eres suficiente para ser mi multiplicador de la fe, de las fuerzas, de la visión y los propósitos nobles. Yo entiendo que quien da el primer paso para verte como el disminuidor, seré yo, si quito mi mirada de ti y me salgo de tu camino y eso no es lo que quiero hoy.Hoy, me presento delante de ti para caminar con seguridad y contemplarte como mi multiplicador. Nada ni nadie podrá apartarme de tu presencia, sin embargo yo si puedo salir de tu presencia y entrar en una dimensión de tristeza y dolor. No quieres ni la tristeza ni el dolor para mi, por ello quiero ser obediente en este día. Gracias por darme la oportunidad de vivir para verte una vez como mi multiplicador. En el Nombre de Jesús. Amen.

Serafín Contreras Galeano