Proverbios 4 :10

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

Instrucciones de un padre

 

 

 

4 Oíd, hijos, la instrucción de un padre,
y prestad atención para que ganéis[a] entendimiento,
porque os doy buena enseñanza;
no abandonéis mi instrucción[b].
También yo fui hijo para mi padre,
tierno y único a los ojos de mi madre,
y él me enseñaba y me decía:
Retenga tu corazón mis palabras,
guarda mis mandamientos y vivirás.
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca.
No la abandones y ella velará sobre ti,
ámala y ella te protegerá.
Lo principal es la sabiduría[c]; adquiere sabiduría,
y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia.
Estímala, y ella te ensalzará;
ella te honrará si tú la abrazas;
guirnalda de gracia pondrá en tu cabeza,
corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, recibe mis palabras,
y muchos serán los años de tu vida.
11 Por el camino de la sabiduría te he conducido,
por sendas de rectitud te he guiado.
12 Cuando andes, tus pasos no serán obstruidos,
y si corres, no tropezarás.
13 Aférrate a la instrucción, no la sueltes;
guárdala, porque ella es tu vida.
14 No entres en la senda de los impíos,
ni vayas por el camino de los malvados.
15 Evítalo, no pases por él;
apártate de él y pasa adelante.
16 Porque ellos no duermen a menos que hagan el mal,
y pierden el sueño[d] si no han hecho caer a alguno.
17 Porque comen pan de maldad,
y beben vino de violencia.
18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.
19 El camino de los impíos es como las tinieblas,
no saben en qué tropiezan[e].

20 Hijo mío, presta atención a mis palabras,
inclina tu oído a mis razones;
21 que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón.
22 Porque son vida para los que las hallan,
y salud para todo su cuerpo.
23 Con toda diligencia[f] guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida.
24 Aparta de ti la boca perversa,
y aleja de ti los labios falsos.
25 Miren tus ojos hacia adelante,
y que tu mirada[g] se fíje en lo que está frente a ti.
26 Fíjate en el sendero de tus pies,
y todos tus caminos serán establecidos.
27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

Promesas- Sin Envidia

 



Muy pocos reconocen sin envidia
la prosperidad del amigo.

 



Proverbios 17:17
En todo tiempo ama al amigo.

Proverbios 27:10
No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu hermano el día de tu infortunio. Mejor es un vecino cerca que un hermano lejos.

Deuteronomio 22:1
No verás extraviado el buey de tu hermano, o su oveja, sin que te ocupes de ellos; sin falta los llevarás a tu hermano.

1 Reyes 12:6
El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón cuando aún vivía, diciendo: ¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?

2 Crónicas 10:6
El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón cuando aún vivía, diciendo: ¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?

Proverbios 18:24
El hombre de muchos amigos se arruina, pero hay amigo más unido que un hermano.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

DEBO RECUPERAR EL TIEMPO PERDIDO

 

 




Es común escuchar “debo recuperar el tiempo perdido” en boca de alguien que parece haberlo desperdiciado.

Con un esfuerzo que va mas allá de lo normal, buscan hacer aquello que no han hecho con anterioridad.

A pesar que parece motivador escuchar éstas palabras, realizar algo que no hiciste ayer puede producir cierta preocupación o estrés del que Dios quiere librarnos.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:15-16

En la Biblia, jamás se habla de “recuperar el tiempo perdido”, sino de “aprovechar” bien el tiempo.

La palabra “diligencia” significa “hacer algo que nos fue ordenado teniendo cuidado y eficacia en la tarea” Es decir, Dios quiere que seamos sabios con nuestro tiempo, que lo aprovechemos y hagamos con mucho esmero y cuidado lo que El nos manda hacer cada día.

Entonces Moisés les dijo: “No guarden nada para el día siguiente”.
Sin embargo, algunos no hicieron caso y guardaron un poco hasta la mañana siguiente; pero para entonces se había llenado de gusanos y apestaba, y Moisés se enojó mucho con ellos. Después de este incidente, cada familia recogía el alimento cada mañana, conforme a su necesidad. Cuando el sol calentaba, los copos que no se habían recogido se derretían y desaparecían. Éxodo 16:19-21

El pueblo de Israel, padecía hambre en el desierto, entonces Dios decidió enviarles un pan muy especial que caía del cielo, al cual llamaron “Maná”.

Para recibir ésta bendición, debían obedecer y levantarse cada mañana para tomar solo lo que comerían en ese día.

Es decir no podían guardar para el día siguiente porque de lo contrario lo que era una bendición (el maná) se convertiría en algo que hiede y cría gusanos.

Del mismo modo, Dios nos da diferentes órdenes para cada día y en obedecerlas se encuentra nuestra bendición.

Sin embargo, podemos perderla a causa de nuestra desobediencia o simplemente por desperdiciar el tiempo.

Lo que debemos entender es que el tiempo perdido no se recupera más. Hay una bendición de Dios para cada día si somos capaces de obedecerle en amor.

Hoy decide aprovechar bien tu tiempo, levántate temprano, ponte de rodillas para hablar con él, comienza a leer la biblia y entérate de lo que Él quiere decirte hoy, para que al mismo tiempo seas bendecido.

¡No pienses en el tiempo perdido!, ya no se puede recuperar, hoy enfócate en no desperdiciar más ni un solo minuto de la vida que Dios te ha regalado.