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UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

Gálatas 2:7-9La Biblia de las Américas

Los apóstoles respaldan a Pablo

 

 

 

 

Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito. Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta reputación, para cerciorarme de que no corría ni[a] había corrido en vano. Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego. Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la[b] libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud, a los cuales ni por un momento[c] cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con vosotros. Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas[d]), pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron[e]. Sino al contrario, al ver que se me había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro lo había sido a los de la circuncisión (porque aquel que obró eficazmente para con Pedro en su apostolado a los de la circuncisión, también obró eficazmente para conmigo en mi apostolado a los gentiles), y al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo[f], Pedro[g] y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra[h] de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión. 10 Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba también deseoso de hacer.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

 

REFLEXION

¿Cómo responder a los que nos tratan mal?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

 

No todas las personas te tratarán o recibirán bien. Muchos hablaran mal de ti, otros herirán tus sentimientos y te crearan problemas. Algunos te traicionaran y se enojarán contigo. Entonces, ¿cómo responder a los que nos tratan mal?

¿Cómo respondió Jesús a las personas que lo trataron mal?

Durante su tiempo breve aquí en la tierra, Jesús enfrentó a muchas personas que lo trataron mal. Unos querían apedrearlo (Juan 10:22-42), otros hablaban mal de Él (Mateo 12:22-30), algunos se burlaron de Él (Mateo 27:27-31), pero Jesús nunca mostró una actitud o reacción de orgullo. Por el contrario, mostró amor y compasión.

Aún antes de morir y pasar por el sufrimiento más terrible que un ser humano puede pasar, dijo a Su Padre: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.» (Lucas 23:34)

Por lo tanto, Jesús trató a las personas, incluyéndonos nosotros, con amor, misericordia, compasión, paciencia, bondad, fe y nos instruye a que hagamos lo mismos con los que nos tratan mal.

¿Cómo tratar a los que nos lastiman?

No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.

Romanos 12:17 (RVR 1960).

Una de las respuestas a aquellas personas que nos tratan mal es, no hacerles el mismo daño. Dios nos manda a no lastimar a las personas. Si alguien nos trata mal, no le paguemos con la misma moneda. Por el contrario, busquemos hacerle el bien de alguna manera. Puede parecer antinatural e incluso incorrecto, pero de esa manera demostraremos que Dios vive en nosotros.

Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

Romanos 12:18 (RVR 1960).

Otra manera de responder a las personas que nos tratan mal es, no buscando conflictos, sino la paz. Nosotros no somos hijos de alguien que crea conflictos sino hijos del Príncipe de paz. Por lo tanto, evitemos los conflictos y busquemos siempre una solución.

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Romanos 12:19 (RVR 1960).

Entregar y dejar en manos de Dios nuestros problemas es lo mejor. Él es soberano y justo. Por lo tanto, esta es otra de las maneras en que podemos responder a las personas que nos dañan, orando por ellas y dejando sus vidas en manos de Dios.

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Romanos 12: 21 (RVR 1960).

Por último, estamos llamados a vencer el mal, con el bien. Generalmente las personas que lastiman no conocen a Dios y no saben qué es amar. Por lo tanto, esta es una buena oportunidad para enseñarles a amar y hacer lo correcto.

Trata a esa persona que te lastimó con amor, paciencia, dominio propio y fe. Dale el mismo amor, gracia y misericordia que recibes de Dios.

Diego Jora

CVCLAVOZ