http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

https://montesioncolombia.org/

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

Hechos 1: 13-26  La Biblia de las Américas

 

En el aposento alto

 

 

 

12 Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos[j], que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. 13 Cuando hubieron entrado en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo[k] y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo[l] hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo[m] de Jacobo[n]. 14 Todos estos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres[o], y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él.

La suerte de Judas y la elección de Matías

15 Por aquel tiempo[p] Pedro se puso de pie en medio de los hermanos (un grupo como de ciento veinte personas[q] estaba reunido allí), y dijo: 16 Hermanos[r], tenía que cumplirse la Escritura en que por boca de David el Espíritu Santo predijo acerca de Judas, el que se hizo guía de los que prendieron a Jesús. 17 Porque era contado entre nosotros y recibió parte en este ministerio. 18 (Este, pues, con el precio de su infamia[s] adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron. 19 Y esto llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua[t] Acéldama, es decir, campo de sangre.) 20 Pues en el libro de los Salmos está escrito:

Que sea hecha desierta su morada,
y no haya quien habite en ella
;
y:
Que otro tome su cargo
[u].

21 Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió[v] entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea constituido testigo con nosotros de su resurrección. 23 Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás (al que también llamaban Justo) y a Matías. 24 Y habiendo orado, dijeron: Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido 25 para ocupar[w] este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía. 26 Echaron[x] suertes y la suerte cayó sobre Matías, y fue contado[y] con los once apóstoles.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

Ninguna condenación hay para los que están en Cristo

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

 

 

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos 8:1 (RVR 1960).

¿Ninguna condenación?

Para no recibir condenación, debemos ser uno con Cristo, Él debe ser nuestra cabeza y quien guíe nuestra vida. Ningún miembro de nuestro cuerpo tendría que ser desobediente cuando tenemos al Señor como cabeza.

Cuando no estamos en Cristo vamos en pos de la condenación, el estar lejos de Dios para siempre.

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Juan 3:18 (RVR 1960).

Cristo fue quien llevó la condenación que cada uno de nosotros merecía, y nos dio una nueva vida en Él.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

2 Corintios 5:17 (RVR 1960).

Cristo es tu redentor, no tu condenador

Si estás en Cristo, nada te puede separar de su amor y sacrificio. No hay pecado que no pueda ser perdonado, no hay situación en la que estés solo, pues el Señor va contigo abriendo puertas y preparándote para un mejor futuro.

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Romanos 8:34 (RVR 1960).

¿Hay alguien más en esta vida que pueda cambiar la condenación por vida eterna? Solo Dios nos da por gracia esta oportunidad. No la desaprovechemos, ni tengamos en poco el sacrificio de Cristo, mantengámoslo en primer lugar en nuestra vida y como el centro de todas nuestras decisiones.

Soraida Fuentes

CVCLAVOZ