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Romanos 14:2 La Biblia de las Américas (LBLA)

Principios que rigen problemas de conciencia

 

 

14 Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones.Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil sólocome legumbres. El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al criado[a] de otro? Para su propio amo[b] está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir[c]. El que guarda cierto[d] día, para el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene[e], y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.Porque para esto Cristo murió y resucitó[f], para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos. 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios[g]. 11 Porque está escrito:

Vivo yo —dice el Señor— que ante mi se doblara toda rodilla,
y toda lengua alabara[
h] a Dios.

12 De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.

13 Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.14 Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo es.15 Porque si por causa de la comida tu hermano se entristece, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien Cristo murió. 16 Por tanto, no permitáis que se hable mal de[i] lo que para vosotros es bueno. 17 Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que de esta manera sirve a Cristo, es aceptable a Dios y aprobado por los hombres.19 Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todas las cosas son limpias, pero son malas para el hombre que escandaliza[j] a otro al comer. 21 Es mejor[k] no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada en que tu hermano tropiece[l]. 22 La fe que tú tienes, tenla conforme a tu propia convicción[m] delante de Dios. Dichoso el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. 23 Pero el que duda, si come se condena, porque no lo hace por fe; y todo lo que no procede de fe, es pecado.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu. Zacarías 4:6
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0


Zacarías 4:6 No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu
Cuando las cosas se ponen difíciles para nosotros, tratamos de resolver todo lo que podemos. Más aún, somos limitados en lo que podemos hacer. Muchas veces las luchas que tenemos no coinciden con nuestras fuerzas. Podemos ser fuertes en finanzas, pero no hay dinero suficiente que pueda reparar una relación rota. Podemos estar físicamente sanos, pero incapaces de lidiar con nuestras luchas mentales o emocionales. Aquí es cuando Dios hace las cosas por nosotros; no por fuerza ni por poder, sino por Su Espíritu.

¿Qué significa esto para nosotros? ¿Se supone que debemos sentarnos y esperar que todo funcione? En realidad no… en vez de eso debemos perseguir activamente a Dios por la sabiduría, guía y fortaleza para seguir Su voluntad para nuestras vidas. Aunque Dios nos bendijo con dones y talentos para usarlos para su gloria, Él quiere que confiemos en Su Espíritu más que en nosotros mismos.

Dios hace que las cosas sean hechas por Su Espíritu para nuestros amados no salvos. Por Su Espíritu, Él convence a sus corazones y crea las circunstancias correctas para cambiar sus mentes. Podemos elegir interceder por ellos y estar dispuestos a ayudarlos cuando se conviertan.

Dios hace que las cosas sean hechas por Su Espíritu cuando nuestras circunstancias cambian drásticamente debido a una enfermedad inesperada o la pérdida del trabajo. Por Su Espíritu, Él nos guía en la dirección correcta de paz y paciencia para que sin importar el resultado, Él sea glorificado como Dios.
Dios hace las cosas por Su Espíritu cuando nuestros corazones fallan por el temor y ansiedad. Por Su Espíritu, Él da vida a la verdad de Su palabra y nos encontramos animados a avanzar en la fe.

Oración:
Amado Señor, yo sé que Tú harás las cosas en el tiempo perfecto y a tu manera. Sustenta mí corazón para que confíe más en Ti que lo que veo con mis ojos. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Contra corriente

Posiblemente nunca hayas escuchado el nombre de Chiune Sugihara, un hombre de origen japonés, quien se desempeñó como cónsul de su país en 1940 en Lituania.

Durante la II Guerra Mundial, tropas alemanas invadieron Polonia, lo que hizo que judíos polacos huyeran a Lituania, país en el que encontraron protección temporal. Sin embargo, los refugiados polacos necesitaban alejarse más. En su búsqueda encontraron dos islas holandesas en las que podrían estar seguros. Para llegar a ellas necesitaban pasar por Japón, ya que se encontraban al otro lado de este país.

Por este motivo, cientos de refugiados llegaban al consulado japonés para solicitar visa. Cuando Chiune pidió permiso a su gobierno para otorgar los permisos se le ordenó que sólo concediera este beneficio a las personas con visas a otros destinos. Condición con la que no contaban los refugiados.

Chiune Sugihara y su esposa consideraron las opciones que tenían. Si negaban las visas esas personas morirían y si las otorgaban perdería su carrera. Entre ambas opciones, obedecer al gobierno o a su conciencia, optaron por ser fieles a sus convicciones y hacer lo que consideraron correcto. Por este motivo y hasta que fueron obligados a abandonar Lituania, pasaban 18 horas diarias extendiendo visas y cada día entregaban la cantidad que normalmente habrían hecho en un mes. Chiune fue obligado a renunciar a su cargo con deshonra pero su logro no tiene precio alguno ya que se calcula que salvaron más de 6.000 vidas.

Muchas veces preferimos ceder ante las presiones de los amigos, la familia, la sociedad, de un jefe o cualquier otra persona antes que defender nuestras convicciones y hacer lo que es correcto.

En un mundo donde todo se ha vuelto relativo y hasta la vida ha perdido su valor, se necesita gente de carácter firme, fiel a sus creencias, que sea capaz de pararse frente a los demás y defender sus convicciones.

Se necesitan valientes, capaces de ir contra la corriente y hacer lo que Dios manda. No es fácil pero no estamos solos.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:9 (RVR1960)

Esta promesa sigue vigente, Dios nunca nos abandonará y nuestra victoria está asegurada pero debemos esforzarnos y ser valientes.

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ